TOMO IX. Tierra roja… pero no es Misiones! // 28-01 Dic 2009

Como hermanas siamesas, las provincias de San Juan hacia el noreste y La Rioja hacia el sureste, se encuentran mas pegadas que otras gracias a la zona de los parques provinciales/nacionales respectivamente, donde ambas comparten intereses geológicos, históricos, turísticos, representativos internacionalmente, etc.
Siendo el límite tan cercano y siguiendo los planes, a pocos km de distancia llegamos al Parque Nacional Talampaya en la provincia de La Rioja, donde la tierra roja y las formaciones rocosas de grandes paredones brotan del suelo árido de la zona.

Una vez seguros de poder pasar la noche en el camping del parque y así realizar la excursión al día siguiente, salimos en busca de combustible y algunos víveres para cenar, y encontramos todo ésto en el hermoso y pintoresco pueblito de Pagancillos donde, luego de esperar unos 20min. para que salga del horno del barro, Doña Mecha nos vendió un pan casero que muy difícilmente será quitado del puesto N°1 en el futuro. Pan casero digno de ser fotografiado.

El día siguiente nos reencontró con nuestros amigos Ari y Lu, que llegaban de Ischigualasto para hacer junto con nosotros la excursión al parque.
Talampaya, ahora licitado, ofrece diversas opciones para visitar su cañón característico, pero todas con vehículos de la empresa, con precios elevados y guiados por personas no lugareñas. Nosotros, como buenos gasoleros y aventureros, preferimos darles nuestros peculios a los guías de la zona y realizar la excursión a pie por el interior mismo de la quebrada de Talampaya. Emprendimos entonces nuestra caminata de 3hs, con Ringo apretando su puño. Una experiencia hermosa, con charlas amenas y conocimientos aprendidos.

Una vez finalizada la excursión, solo era de nuestro interés buscar un lugar donde la sombra sea la mejor aliada, porque el sol era nuestro peor enemigo.

Hecho esto nos dispusimos a tener una charla muuuuyyy agradable y divertida entre mates y fruta con los nuestros nuevos amigos, que duró hasta pasadas las 3 de la matina, donde nos contamos los por qué del viaje de cada uno, la vida mas allá de la ruta, las desventuras, la vida imaginada después de la carretera y muchísimas cosas mas. Muchas gracias por una noche pa´ el recuerdo, chicos!!!

Tuvimos enemigos cercanos pero ninguno de ellos nos amilanó, ni Clota con su oponente ni nosotros con “lobo estas?”!!!.

Luego de acampar nuevamente en el parque, partimos al día siguiente rumbo a La Rioja Cap, recorriendo rutas desoladas donde de repente y así como sin darnos cuenta, surgía un pueblito de tan solo 10 cuadras, con una escuela, una parroquia frente a la plaza y tres o cuatro despensas. Una ruta hermosa que nos llevó a cruzar la capital en busca del Dique Los Sauces, dique escondido si los hay, y mas escondido aun eran los campings. Cruzándolo de un extremo al otro vimos la puesta del sol sobre el embalse y ya resignados preguntamos por ultima vez: “un camping abierto, por favor”… “si, acá nomassito”… el 1ro que apareció ahí caímos… sin saber hasta pasadas las 12am cuando empezó la joda, que era del sindicato de policías de la ciudad, donde justo ese día se festejaba el día del distrito, lo que produjo peña y asado hasta las 6 de la matina…. Así, entre guitayyyyiiiaaadasss y vinaso a lo lejos y solo de oído (solo era para los uniformados la joda!!), nos dormimos hasta el otro día, para arrancar, con cara de sapos hinchados, previo regio desayuno, y emprender el largo camino planeado hasta Tafi del Valle, en la provincia de Tucumán.