Llegó la provincia de San Juan y con ella la intención de hacer varios km hasta llegar a Valle Fértil de un tirón pero…. Clota, como manda, decidió volver a enojarse por la economía y la ambivalencia del combustible. Ésta vez, el lavaje de estómago de nuestro mecánico no bastó, entonces, bajo órdenes claras y puntillosas de nuestro San Cañaz vía celular (médico de Clota en Baires), pudimos engañar a nuestra casa andante por un tiempito y seguir unos km mas para llegar a dormir en un camping escondido en el Dique Ullum, previo paso por éste para darnos un chapuzón, luego de la paliza que nos dio Ringo “Calor” Bonavena todo el día.
Al día siguiente partimos rumbo a Valle Fértil pero antes no podíamos declinar la invitación de un almuerzo gratarola en la ciudad capital de San Juan, invitación del Sr. Ferrara mayor. A la distancia, él seguía dándonos cosas por las que agradecer y brindar.
Entre pueblos y pueblos, pasamos por el paraje donde la Difunta Correa alberga a miles de feligreses dejando cada uno un deseo, un pedido o un simple agradecimiento, desde trofeos deportivos, hasta bicicletas viejas, pasando por maquetas de casas, o simplemente una foto de ellos con sus seres queridos, cada uno en su capilla destinada a tal fin. Algo de lo cual seas creyente o no, te llega a provocar mucho silencio!
Luis llegó a las 2pm y tratando de entender a Clota, prefirió seguir probando a las 5pm en la fosa de un gomero amigo. Así fue como el desperfecto se “arreglo” (hasta nuevo aviso), cerca de las 7pm previo pago de una miseria por el trabajo realizado.
Por fin logramos llegar al camping municipal, donde pasamos la noche y donde conocimos a dos personas de gran corazón, dos amantes de la ruta, dos titiriteros/payasos que se ganan la vida regalando sonrisas a los niños en las escuelas de todo el país. Así fue como, agradeciendo los datos pasados de experiencias vividas, nos fuimos a dormir con una sonrisa nosotros también, luego de un día largo. Gracias Adri, Ana y Tafi (su perro).
El día siguiente nos despertó la lluvia lo cual daba a suponer que el Valle de la Luna iba a hacerse esperar, pero Ringo volvió con su puño y logró despabilarnos para salir a la ruta otra vez rumbo al Parque Provincial.
Una vez allí, el paisaje se tornó árido y jurásico, y siguiendo una caravana de 5 autos, Clota se animó a llevarnos en la excursión del Valle de la Luna, una hermosa vuelta de ripio, de 45km aprox., por las tierras del Período Triásico completo.
Paisaje Lunar
Pero como todo tiene su Yin y su Yan, Clota no podía dejar de cumplir su promesa de una avería por día y, en el tramo final de la excursión… upa… el eje de dirección…. se SOLTO! Gracias al Yin o al Yan, la tuerca de ajuste la encontramos a 7mts. de la avería… y solo fue el susto del día!
Volvimos al punto de partida y, luego de instalarnos en el camping del parque, luego de un partidito de fútbol con guías y guardaparques, luego del reencuentro con nuestros nuevos amigos de ruta, los titiriteros, y luego de enterarnos que salía una nueva excursión con un recorrido parecido al realizado, iluminado únicamente con la luz de la luna, miramos a Clota con ojos de “por favor bancanos, en esta también”, nos emprendimos en una nueva aventura a las 10pm. La verdad verdadera, valió cada gota de sudor, cada centavo, cada cm3 de nafta. Un essssspetáculo!!!!
Llegó el final del día, y con la luna casi llena, nos fuimos a dormir. El día siguiente nos encontraría con la grata compañía de los chicos Adri, Ana, su perro y nuevos amigos de ruta: Ari y Lu, viajeros por toda la Argentina. Chicos súper amables, divertidos, solidarios, con sueños iguales que los nuestros, pero con brújulas invertidas, ellos bajan al sur del país, nosotros subimos. Solo odiamos de este precioso lugar las nefastas enemigas, que pronosticamos nos seguiran desde ahora y hasta la vuelta: las moscas
Con la foto grupal nos despedimos así del Parque Ischigualasto o Valle de la Luna para los amigos, y también de la provincia de San Juan… 12 volts rumbo a La Rioja.
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